La última hora: Leonardo di Caprio


Si alguien usa su fama en cosas valiosas y útiles debe er Leonardo di Caprio. En lugar de provocar escándalos y generar dinero para las revistas de chismes se ha dedicado a producir películas. En estos momentos prepara cuatro producciones y desde el 2004, cuando empezó, lleva ya 3 largometrajes y el documental “La undécima hora”.

Según la crítica “La undécima hora” (título original The eleventh hour) es una película tal vez más importante que la de Al Gore porque no se limita a discutir el cambio climático sino todas las ofensas que le inflingimos al ambiente con la industrialización, las guerras y nuestro desbordado consumo. Tiene otra ventaja: examina y propone cosas que podemos hacer para intentar detener esta carrera desenfrenada en contra de nuestro planeta. Algo que faltó también a “Una verdad incómoda”, el film de Al Gore.

No he visto aún La úndécima hora, pero las críticas que he leído insisten en que se trata de un film valioso e importante. Está muy bien documentado y cuenta con la presencia de muchos expertos. Allí se le pregunta a algunos políticos sobre lo que está pasando y sobre las posibilidades de hacer algo. Si bien el tono es pesimista, el film abre puertas para que la humanidad y los países poderosos piensen bien, hagan algo y lo hagan pronto.

Otro detalle que quiero resaltar de La undécima hora son sus directoras Nadia Conners y Leila Conners Petersen quienes trabajaron no solo en el guión sino el la producción. Di Caprio, además de poner el dinero y su prestigio es también el narrador de este documental que apenas se ha empezado a mostrar en festivales de cine, que en EE.UU. se estrenó de manera muy limitada en agosto y cuyo estreno en Colombia estaba anunciado para el 16 de noviembre.

Vía FBG Filantropía

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Las realizadoras Nadia y Leila Connors

One Response to “La última hora: Leonardo di Caprio”

  1. Oceanógrafos Sin Fronteras Says:

    El mundo debería replantearse la manera en que se está midiendo el crecimiento económico. Durante mucho tiempo las prioridades de desarrollo se han centrado en lo que la humanidad puede extraer de los ecosistemas, sin pensar demasiado sobre como afecta esto la base biológica de nuestras vidas. Se puede decir que ha habido un progreso muy limitado en la reducción de la pobreza en los países en desarrollo, y la Globalización, por si misma, no ha beneficiado a la mayoría de la población mundial. En general, los intentos por impulsar el desarrollo humano y para detener la degradación del medio oceánico, no han sido eficaces durante la pasada década. Los escasos recursos, la falta de voluntad política, un acercamiento no coordinado, y los continuos modelos derrochadores de producción y de consumo han frustrado los esfuerzos de poner en ejecución el desarrollo oceánico sostenible, o el desarrollo equilibrado entre las necesidades económicas y sociales de la población, y la capacidad de los recursos oceánicos y de los ecosistemas para resolver necesidades presentes y futuras.

    La responsabilidad de proteger la Tierra y los Océanos recae no sólo sobre los políticos quienes definen las condiciones nacionales e internacionales de protección de los ecosistemas, sino también es tarea de cada individuo. La exigencia a los políticos para que tomen medidas más efectivas frente a esta problemática debe de estar acompañada del compromiso de cada uno de nosotros por actuar en una forma más responsable en la promoción de la defensa de las metas por la protección de los océanos.

    LO QUE AHORA QUEDA, COMPARADO CON LO QUE EXISTIO ENTONCES, ES COMO EL ESQUELETO DE UN HOMBRE ENFERMO. DE TODOS LOS OCEANOS RICOS, TRAS SER DEVASTADOS QUEDA SOLO EL DESNUDO ESQUELETO……..HAY ALGUNOS OCEANOS QUE AHORA NO TIENEN MAS QUE COMIDA PARA COPÉPODOS; PERO NO HACE MUCHO TIEMPO ESTUVIERON LLENOS DE CARDÚMENES DE PECES.

    Oceanógrafos Sin Fronteas. Dr. Marcos Sommer

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