Víctimas de la bomba atómica
Nada más que hacer.
Dejé a mis niños muertos en el campo
mientras las moscas pululan.No me quedó nada
sólo cuatro certificados
víctimas de la bomba.
Haiku original del poeta japonés Atsuyuki Matsuo.
Quedan pocos Hibakusha (sobrevivientes de del horror de la bomba atómica) y algunos ahora leen en público los duros y preciosos versos haiku del maestro Atsuyuki Matsuo en el Museo de la Bomba Atómica de Nagasaki.
Recomiendo de manera muy cálida éste haiku y los otros artículos que (de manera exclusiva) y para equinoXio.org, Julián Ortega Martínez, ha venido traduciendo de las versiones en japonés/inglés del © Mainichi Shimbunen.
Noviembre 19th, 2007 at 23:16
Con estos versos sólo nos queda evitar llegar y volver a esa barbarie. Pena de que los líderes actuales poco les importe las graves consecuencias de sus acciones.
Noviembre 19th, 2007 at 23:38
si la tierra pudiera hablarnos, nos contaría de todos los holocaustos que han acaecido sobre su piel.
Noviembre 20th, 2007 at 10:41
Joan:
Tienes toda la razón. En este caso ni los líderes japoneses ni los norteamericanos han pedido perdón por el holocausto de Hiroshima y Nagazaki. Ambos son culpables y la que pagó fue la población civil.
Camela:
Los poetas, como están mejor en contacto con la madre tierra, tratan de susurrarlo en nuestros oídos. Solo hay que estar atentos.
Noviembre 20th, 2007 at 13:26
Conmovedora tu entrada: un tiròn a lo mejor de la conciencia de la humanidad. ¿Què hacer para evitar nuevas bombas?. La diplomacia debe agotar primero todos los caminos.
La prepotencia puede colocar al mundo nuevamente en ese borde.
Noviembre 21st, 2007 at 18:27
Álvaro, gracias por darles bombo a mis traducciones tan mediocres (no alcancé a traducir de manera decente los haikus que reseñaste). Les cuento a todos que mañana jueves y el domingo salen en equinoXio los dos últimos artículos de la serie del otoño de 2007. Si no quieren esperar y leerlos directamente en inglés, pueden leerlos acá y acá. Quiero destacar también el trabajo de los periodistas japoneses y agradecerle al australiano Ryann Connell, editor del Mainichi Daily News, por permitirnos reproducir los artículos, todo por haber respondido su llamado. A veces quisiera hacer algo parecido con las víctimas de la guerra en Colombia, pero eso es más difícil. Un saludo.