Turbulenta corriente subterránea

diretor_mikionaruse.gifEstoy terminando de escribir un artículo para la revista Kinetoscopio, sobre el gran director de cine japonés, Mikio Naruse. Se trata quizás del maestro más grande del cine japonés que Occidente ignoró por muchísimos años y cuyas películas empezaron a ser vistas y estudiadas tres décadas después de su muerte.

Dentro de mi investigación de fuentes, me encuentro cada rato una preciosa cita de Akira Kurosawa su ”discípulo” y también gran maestro, este sí, reconocidísimo en Occidente.

Quiero compartirla con ustedes porque refleja dos grandes virtudes: la capacidad de aprecio y respeto por el trabajo de otros creadores y por el análisis preciso y revelador de los efectos que “el montaje”, o la edición de un film, tienen en la sensación de plenitud y belleza que el espectador de cine experimenta cuando ve una obra maestra.

“Mis experiencias como ayudante de otros directores han sido escasas pero entre estas la que más me impresionó fue el método de trabajo de Naruse. Tenía algo que es el don de los expertos. El método de Naruse consiste en colocar un breve plano tras otro, pero cuando los vemos empalmados en la película dan la impresión de formar una sola toma larga. El flujo es tan majestuoso que los empalmes son invisibles. Este flujo de planos cortos, que a primera vista parece plácido y convencional, luego se revela como un río profundo con una superficie tranquila, que disimula una rápida y turbulenta corriente subterránea. Su destreza en esto no, tenía parangón.”
Akira Kurosawa

Con un guiño especial para Sergio Ramírez Arango, editor de cine.

4 Responses to “Turbulenta corriente subterránea”

  1. zenia Says:

    Hola Àlvaro. En la aldea globalmuchas veces el gusto está tan “globalizado” que se acuña una sola mirada. Me gusta la sazón de este artículo.

  2. Julio Suárez Anturi Says:

    De alguna manera es comparable con la literatura. Se tiene a veces mucho material y se recorta y recorta hasta quedar la frase desnuda y limpia, llena de poético impacto. Esto, desde luego, exige mucho oficio, porque cuando es principiante se enamora de todo lo que hace y no quiere sacrificar ni una tilde. Pero sobre Naruse y Kurosawa, creo que apuntan a uno de los secretos del cine: la edición. Con tu venia, desde luego, creo que Eisenstein y Hitchcock, brillan en la posteridad por haberse ocupado de ese arte de edición con sumo cuidado; sobre todo el ruso. Abrazo.

  3. Álvaro Says:

    Zenia:
    Lo interesante es que estás hablando de dos directores muy pero muy dentro de la tradición japonesa, pero que bebieron de otras muchas fuentes, en especial del cine de Hollywood. Globalizados dicen que estamos, pero solo los que manejan grandes finanzas desean ése tipo de aperturas. Saludos

    Julio:
    La comparación con la literatura no puede ser más certera. Claro que en el cine hay algo con el ritmo que es diferente de la literatura. La sensación del flujo es distinta, pero el impacto poético, como lo destacas, es lo que se persigue y se logra (a veces) en ambos casos.
    Einsestein, uno de los que citas, se la pasó varios años estudiando japonés porque según él, en ése idioma estaba el fundamento teórico de su gran teoría sobre el montaje cinematógrafico.
    Gracias por tu estimulante y sesudo comentario.

  4. falconiano Says:

    Me encanta el sentido pedagógico que se obtiene en este blog. Para los mortales de a pie que no sabemos nada de Naruse nos quedan en los labios las ganas de ir a tomar un par de tragos de su trabajo. Magistral el tratamiento de los comentarios.

    Salud

Leave a Reply