El cine, las bellas artes y la ética

Vanessa artstar.jpgSi Madonna y Angelina Jolie pudieron viajar a adoptar bebés del tercer mundo ¿por qué no puede hacerlo una artista plástica como Vanessa Beecroft?. Ella tiene el dinero y es famosa en el mundo de las artes plásticas.

El tropiezo es la ausencia de leyes de adopción en Sudán en donde lo corriente es que la familia extendida se encargue del bienestar los recién nacidos que pierden a sus madres biológicas. Pero Vanessa Beecroft se empecina en perseguir la adopción de dos mellizos, a quienes de paso utiliza para otra de sus pasiones enfermizas: la creación y la “armazón” de sus obras de arte.

Uno de los mejores documentales exhibidos en el festival es sin duda alguna La artista estrella y los mellizos sudaneses (2007) * de la realizadora neozelandesa Pietra Brettkelly. El film repta como una serpiente, mientras uno como espectador asiste en medio del asombro o la indignación a las diversas tramas y dilemas que suscita la empresa “estético-redentora” de esta mujer blanca, italiana y radicada en Nueva York. Su esfuerzo es tan descomunal y su determinación tan poco racional que incluso arriesga su matrimonio con tal de conseguir sus objetivos.

Tres líneas narrativas dominan en la película: los esfuerzos por adoptar los niño, el retrato de la artista, (donde se nos narran sus conflictos de infancia y sus dificultades emocionales del presente) y las desiguales e insultantes relaciones neo-coloniales entre los actores Norte-Sur. El film testifica la forma como la artista manipula a la comunidad africana ,a la que de manera ingenua y a la vez egoísta pretende “ayudar”.

Uno sale del film con muy poca simpatía por la artista, debido a su actitud euro-céntrica y por momentos denigrante. En dos ocasiones se encierra con los bebés para fotografiarlos desnudos, o para amamantarlos y poder tomar las fotos que le servirán para su obra, y lo hace a espaldas de la comunidad y contra la voluntad de ellos. Su intención no es perversa, pero la manera como lo hace rompe todos los códigos de la ética y del respeto que merece una comunidad local sudanesa . Ella logra retratarse como una nueva Virgen María, al costo de humillar y comprar con dinero a algunos de ellos.  

Después del estreno del film, nos trasladamos a la sala de debates del festival donde la inteligente directora de este documental, en compañía de tres panelistas más, discutieron el tema  la ética en el campo de las bellas artes frente a una pequeña sala atestada de público interesado en la cuestión.

La artista estrella y los mellizos sudaneses es un film complejo, narrado con muy buen ritmo y excelentes imágenes, que de manera sensible se adentra en la cotidianidad y la inconciencia social de Vanessa y en los tremendos conflictos y dilemas morales que sus actitudes generan en los más débiles. En ese sentido es un valioso trabajo que arroja luz y abre un poderoso debate, sobre la forma como "el arte occidental cristiano" sigue repitiendo las mismas actitudes racistas y discriminatorias que usó durante la época colonial. Ahora se viste y expresa con nuevos ropajes, mientras mantiene su hegemonía y las mismas consecuencias funestas para los habitantes de las antiguas colonias.

Como bien se lo dice a Vanessa el obispo de Rumbek, Caesar Mazzolari. Este caso, como el de los niños perdidos de Sudán, es un ejemplo de "formas nuevas y sofisticadas de esclavismo."

* Título original del film: The Art Star and the Sudanese Twins (2007)

Publicado en equinoXio.org

2 Responses to “El cine, las bellas artes y la ética”

  1. peny Says:

    pienso k si ella kiere colaborar y usar su arte no hay problemas siempre y cuando no afecte la estabilidad de ninguno de los mellisos

  2. Álvaro Says:

    Por fortuna ella no pudo o desistió de adoptarlos. Creo que después de largas y críticas discusiones con su marido (antropólogo social). En ese sentido los mellizos se salvaron, porque habérselos llevado para NY hubiera sido un disparate. Cuando el documental muestra por fin la casa de la artista solo encuentra sirvientes y criadas que se encargan de la crianza de sus dos hijos, a quienes ella por épocas parece que escasamente ve. Uno de sus dos hijos (pequeños ambos) ni siquiera sale a saludarla.

    Después de dos años viaja con su marido a ver a los mellizos y la cámara revela que se encuentran muy bien, viven ya con su padre otra vez y con la familia extendida. Ella decide apoyarlos económicamente y darles mil euros. Al parecer por fin entiende que ésa es una mejor forma de hacer algo por los mellizos. Y esa vez no lleva fotógrafos ni intenciones de “comprar” imágenes a bajo costo.

    A uno le queda la sospecha de que ella quiere hacer “el bien” para mejorar sus relaciones públicas y ganar fama de sensible a los problemas del Tercer Mundo, tal como se ha dicho que es la motivación de Madonna y Angélica Jolie. Yo de entrada no creo que la cosa sea así pero en todo caso el asunto no es tan simple.

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