No todos celebran la Bóveda Global de Semillas en Noruega

Artículo que publiqué ayer en equinoXio.org

Repositorio de semillas

Aquí en Noruega hubo celebración. Con transmisión simultánea vía televisión y miles de invitados de muchas naciones se inauguró hace pocos minutos en la isla de Svalbard (muy cerca del polo norte) el más grande repositorio de semillas que la humanidad haya podido imaginar.

Esta iniciativa debería merecer los titulares principales de los grandes medios noticiosos del mundo entero porque se trata de un proyecto que busca beneficiar a todas las naciones del planeta Tierra, acosado ahora por la pérdida de diversidad biológica y el calentamiento global. También porque urge ampliar el debate sobre la bóveda de Svalbard dado que existen comunidades de activistas que disienten de la forma como ha sido concebida.

El año pasado, nada más, un tifón arrasó a Filipinas y el desastre más grande fue que inundó el banco de semillas que conservaba dicho país desde hace muchos años. Allí se perdieron para siempre cientos de muestras de variedades de semillas especialmente adaptadas para crecer y producir comida en dichas latitudes. Y no todo lo que se hace para solucionar este problema es laudable.

Hace un año el estado noruego financió y empezó a romper la roca milenaria con el fin de construir y sellar el más extraño frigorífico jamás pensado. Para conservar en él quinientas semillas de cada una de las plantas que existen sobre la tierra. Se trata en total de unos 4,5 millones de muestras empacadas en bolsas especiales de aluminio y que reposarán en este Banco a una temperatura de 18 grados bajo cero. Este proyecto está pensado para la sobrevivencia de futuras generaciones y por eso se eligió que estuviera ubicado en una bodega debajo del permafrost polar, lo cual garantiza que incluso sin electricidad, las muestras permanecerán congeladas durante cientos de años.

Inauguración

Presidió la inauguración el Primer ministro Jens Stoltenberg, quien hizo la primera consignación de semillas junto con la Premio Nobel keniata Wangari Maathai, invitada especialmente para la ocasión. La primera caja depositada contenía semillas de arroz de 104 países diferentes puestas en una cápsula preparada para guardar 4,5 millones de muestras. El presidente de la Comisión de la Unión Europea, José Manuel Barroso, quiso ir más allá de la metáfora del Arca de Noé y dijo que se trataba de un Jardín del Edén congelado.

La construcción y el mantenimiento de este gigantesco silo se financian con dineros del estado noruego como un servicio y una contribución a la comunidad mundial. Desde hace años varios países liderados por Noruega acordaron hacer esto y recibieron el concurso de las Naciones Unidas y de otros países nórdicos que pagarán el costo de mantenimiento del banco. La administración de la bóveda será llevada a cabo por el Fondo Global de Diversidad de Cosechas.

Diagrama

Las semillas serán almacenadas a 10 metros de profundidad en un silo cúbico con paredes de hormigón reforzado de un metro de ancho y puertas blindadas a prueba de explosiones. Según el jefe del proyecto no existe garantía que de que nada les pasará, pero el plan es preservarlas para la posteridad, en caso de catástrofes, cambios violentos de clima que puedan arrasar con cosechas y el lanzamiento de bombas nucleares que puedan extinguir la agricultura en vastas zonas del globo.

Según el director ejecutivo del fondo, Cary Fowler, “la zona se estudió en profundidad, se midieron los niveles de radiación de la montaña y se analizó la estructura geológica". También se hicieron cálculos del cambio climático en un plazo de 200 años, que incluyeron el riesgo de deshielo en los dos polos y Groenlandia, para asegurar que en tal caso el gran silo quede más arriba del nivel del agua.

Cuando uno va al supermercado encuentra solo 3 ó 5 tipos de arroz. Lo que uno no sabe es que existen 200.000 variedades de este producto, adaptadas a distintos climas y regiones del planeta. Actualmente muestras de los cultivos conocidos se almacenan en 1.400 bancos de germoplasma dispersasen todo el mundo y muchos de ellos sin las necesarias condiciones físicas para perdurar. El objetivo de estas colecciones es ayudar a restaurar los sistemas agrícolas después de conflictos o desastres naturales. Cuando ocurrió el desastre de Filipinas, el Instituto Internacional de Investigación del Arroz en Filipinas pudo salvar la situación y donar semillas a los campesinos que perdieron todas sus cosechas. Lo mismo pudo hacer el CIAT (Centro Internacional de Agricultura Tropical) en Colombia cuando entregó variedades de fríjol a los agricultores de Honduras y Nicaragua después del huracán Mitch en 1998.

Los bancos han sido importantes y esto de congelar las semillas parece un paso importante. Más de 100 naciones apoyan el proyecto que busca salvaguardar la diversidad de cosechas del planeta.

Pero el proyecto no está exento de críticos como nuestro colega Germán Quimbayo quienes temen que el frigorífico:

“sirva de excusa para que los países del “norte” se queden con la diversidad biológica agrícola de los países del “sur”, en detrimento de su seguridad y soberanía alimentaria”.

Y añade que

“los agricultores, campesinos y pueblos ancestrales ya están lo suficientemente golpeados por dinámicas de mercados y TLC voraces”.

Y nos refiere a sitios donde se debate como la creación de estos bancos responde al interés de los científicos pero deja por fuera a las comunidades donde viven los agricultores:

El sistema se olvida de que los campesinos y campesinas son histórica y actualmente los mayores mejoradores genéticos del planeta. Para tener acceso a las semillas, es necesario estar integrado a un marco institucional que la mayoría de los campesinos del planeta ni siquiera conoce. Dicho de manera simple, el conjunto de la estrategia ex situ responde a las necesidades de los científicos, no de los campesinos.

Hay pues otras formas de tratar de salvaguardar este enorme capital biológico que aún conserva la humanidad y que se está perdiendo aceleradamente. El debate está pues abierto y muy en el orden del día.

En últimas no todos están celebrando Svalbard. La nueva Arca de Noé tiene fuertes detractores en quienes sospechan mucho y acusan al repentino hombre de bien Bill Gates (convertido ahora en filántropo para ganar imagen y ahorrar en impuestos) de invertir decenas de millones de dólares en esa desierta isla polar en compañía de la Fundación Rockefeller, la Corporación Monsanto y la Fundación Syngenta. Con dichos dineros se va a administrar la recolección de las semillas que desde hoy empezarán a consignarse en dicho banco.

La argumentación de estos detractores es muy interesante y se basa en el libro de F. William Engdahl Semillas de destrucción, un pormenorizado recorrido en torno a la manipulación genética de semillas y el negocio que esto ha significado para algunos en detrimento de la diversidad biogenética y la alimentación de muchos. Pero esto sería tema para otro artículo.

5 Responses to “No todos celebran la Bóveda Global de Semillas en Noruega”

  1. Ricardo Buitrago Consuegra Says:

    Aun con las criticas de los detractores, pareceria un acierto este proyecto de almacenar semillas, que tendran grandes beneficios para la humanidad. La conservacion permitiria, la restauracion en casos de desastres naturales o los mismos que los hombres causamos.
    Saludos

  2. Álvaro Says:

    Las críticas tienen cierta validez porque la comunidad científica mundial tiende a operar con el esquema eurocentrista de que la razón y la técnica son mejores que la sabiduría tradicional y la cercanía al campo.
    Aquí se trata de un banco muy lejano y al que las comunidades de campesinos no podrán acceder, sólo los gobiernos nacionales y la CIARG.
    Pero como ya es un hecho creo que debemos apoyarlo como algo valioso y no muy caro para los beneficios que puede traer en el futuro.

  3. Fabián Says:

    Leí la noticia en la prensa, pero no aportaba críticas. En principio me pareció bien, pese a que yo guardo ciertas reservas a estas concepciones de salvaguardar tantas cosas, ya que la destrucción natural y el olvido son parte también de la naturaleza y acciones como ésta me parecen una cierta transgresión de la acción del tiempo. Pero, estas ideas son reservas o temores sin mucho fundamento. Así que la acción me pareció bien e interesante.

  4. Semillas y mounstros en Noruega | porsilasmoscas.net Says:

    […] Noruega es noticia. Buena noticia. Por una parte, el banco de semillas en la región de Svalbard, casi en el polo norte. Álvaro Ramírez, desde hace años afincado en el país, habla de ello en su blog: Hace un año el estado noruego financió y empezó a romper la roca milenaria con el fin de construir y sellar el más extraño frigorífico jamás pensado. Para conservar en él quinientas semillas de cada una de las plantas que existen sobre la tierra. Se trata en total de unos 4,5 millones de muestras empacadas en bolsas especiales de aluminio y que reposarán en este Banco a una temperatura de 18 grados bajo cero. Este proyecto está pensado para la sobrevivencia de futuras generaciones y por eso se eligió que estuviera ubicado en una bodega debajo del permafrost polar, lo cual garantiza que incluso sin electricidad, las muestras permanecerán congeladas durante cientos de años. […]

  5. adriana Says:

    Me pregunto para la sobrevivencia de las generaciones de que raza?

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