Con inmensa emoción y en un ambiente muy festivo y tolerante los colombianos salieron hoy una vez más a las calles, aquí y en otras partes del mundo, para gritar y demostrar, de muchas formas, su indignación contra el secuestro, la violencia y las diversas formas de terrorismo que se ejercen en el país.

Me ilusionó mucho poder participar por cuarta vez en una marcha contra la violencia. La primera, el año pasado me tocó vivirla en Pasto. Este año estoy en Pereira y ahora escribo una sencilla crònica para equinoXio sobre tal evento.

Yo creo que estás marchas han tenido un gran efecto en la vida política del país y han influído en las derrotas recientes de la guerrilla.

Pero nada es fácil y queda mucho por hacer como bien lo resume esta una reflexiòn publicada ayer por la Revista Semana bajo el tìtulo: Canto a la libertad:

Aún hay miles de hombres de las Farc en armas con una capacidad de hacer inmenso daño. La posibilidad de un acuerdo de paz con la guerrilla sigue muy lejana. El narcotráfico, causante de tantos males en Colombia, sigue siendo una amenaza para la democracia, la estabilidad institucional y la sociedad general, a pesar de los éxitos contra los carteles. Existe el riesgo de que bandas emergentes como las Águilas Negras se conviertan en poderosas organizaciones criminales. El proceso de verdad y reparación de las víctimas de los paramilitares está en mitad de camino. El Congreso sigue en cuidados intensivos por efecto de la para-política. Ni hablar de la pobreza y la desigualdad social.

Este artículo fue publicado el Lunes, Julio 21st, 2008 a las 1:56 y esta categorizado bajo Observaciones, Citas, Democratización, libertad de expresion, Latinoamerica, cultura de la paz, activismo, participacion, poli­tica, periodismo ciudadano, no-violencia. Puedes seguir las respuestas y comentarios a este artículo a través del feed RSS 2.0 . Puedes dejar un comentario, o hacer un trackback desde tu sitio.