Coloridos muros, en lugar de cárceles

muros libres2.jpgmuros libres.jpgEn la brillante, asquerosa, caótica y bella Bogotá, se encuentra una poderosa carga de vida cultural, semejante a la de cualquier otra urbe del planeta, ya sea Nueva York, Buenos Aires, Oslo o Bergen.
El grafitti es un modo de expresión prohibido a pesar de ser Arte con mayúsculas. Existen profesionales de este oficio, que por tomarse espacios públicos sin permiso, provocan fuertes reacciones sociales en su contra. Se trata de pintura y dibujo para quienes no tienen acceso o desprecian las academias de arte. Y por usar los muros de la ciudad tienen el sello de arte maldito. Pero la fuerza, terquedad y amplitud del fenómeno desborda las posibilidades de reprimir su vigoroso desarrollo.

Pero en ciudades como Bergen y Bogotá, hay autoridades que escuchan a artistas jóvenes, y han decidido canalizar esta expresión callejera y libertaria. O al menos darle una oportunidad de respirar. Si bien en Oslo se sigue practicando la “tolerancia nula” contra el grafitti y la policía persigue, castiga y multa a sus infractores con mano de hierro (sin conseguir que los artistas dejen de seguirse expresando y “ensuciando”) en Bergen se les ha entregado áreas enteras de algunos edificios públicos para que puedan hacer sus maravillosos “mamarrachos” sin temor a la persecución y a ser tratados como infractores. Con buenos resultados para la policía que ya no invierte tiempo ni dinero en perseguir a estos chicos, y en la comunidad que puede disfrutar de sus obras con solo darse un paseo por los muros que ellos están embelleciendo.

Resulta que este fin de semana ha ocurrido algo semajante en Bogotá según cuenta Mauricio Duque Arrubla quien armado de cámara y destrezas de contador de cuentos, nos entrega parte de la historia protagonizada por los autores de la Revista Multimedia Mefisto, quienes pensaron y propusiereon un concurso de grafitti en los inmensos muros que está dejando la construcción del Tranmilenio. Los chicos presentaron su propuesta a la Alcaldía, y el programa Jovenes sin indiferencia acogió la iniciativa y dotó de recursos para que se realizara un evento que se convirtió en un verdadero festival.
No les cuento más porque Mauricio lo hace bien en su bitácora En medio del Ruido allí encontrarán muchas más fotos y los debidos enlaces a las páginas de los organizadores de esta fiesta de color y creatividad. No es para perdérsela porque los testimonios de las dos jornadas han quedado ya fijos en los muros y en esta maravilla de red distribuída que componemos nosotros los asiduos cultores de Internet. grafitera bogotana.jpg

10 Responses to “Coloridos muros, en lugar de cárceles”

  1. MaK Says:

    Esto si que es una buena iniciativa para que las alcaldías de ciudades como la que vivo, tengan los jóvenes que hacen este estilo, espacios -que los hay- para expresar la verdadera identidad de la ciudad, con tonos oscuros, claros, o de estilo pop….

  2. Álvaro Says:

    Y lo mejor de todo. No hay que esperar a que las alcaldías tomen la iniciativa. Lo digo porque conozco al grupo de artistas jóvenes (no grafiteros pero sí admiradores del grafitti) que fueron quienes le propusieron a la asociación de artistas y a la municipalidad que dejaran de ser tan policivos y le dieran la oportunidad a los muchachos.

    En Bogotá igual. el grupo de jóvenes de la revist Mefisto propuso el concurso y la Alcaldía decidió apoyarlos. Incluso con dineros para las pinturas.

  3. Mauricio Duque Arrubla Says:

    Álvaro, gracias por la referencia y los comentarios amables que me gané por dejar salir lo que sentí en una de las calles de mi ciudad…

  4. Mauricio Duque Arrubla Says:

    La foto que escogiste fue de uno de los trabajos que más me gustó (tal vez el que más). Voy a pasar en estos días a tomarle la foto ya finalizado

  5. Álvaro Says:

    Gracias a tí Mauricio por reportar tan oportunamente el evento y sus resultados. Sería muy lindo ver cómo quedó terminado el trabajo que escogí.
    Me encantó ésa foto tuya por varias razones: la actitud relajada de la grafitera, el colorido y la sensación de algo aún en proceso, sin terminar y abierto a la imaginacion del espectador de la foto.

  6. zerimar Says:

    Muy buena iniciativa ,que por otro lado ayuda a enbellecer las ciudades, pintando los asquerosos y feos muros que invitan a colocar publicidad comercial y politica

  7. Zenia Says:

    Curioso Álvaro. Qué buena esa intranquilidad del espíritu que busca ser desbordada.
    Qué casualidad. Por acá se inició un taller con jóvenes creadores acerca de la caricatura y el humor.
    Una imagen dice más que mil palabras. Una vieja verdad que a veces es olvidada.

  8. Álvaro Says:

    zerimar:
    Muchas gracias por tu comentario y un abrazo fraterno.

    Zenia:
    Las coincidencias son interesantes porque nos muestran que el mundo está interconectado de maneras que a veces no las alcanzamos a imaginar. Un abrazo y un saludo.

  9. Eddy Says:

    Considero, se ha hecho un trabajo rebueno pero no cree que se pierde casi en su totalidad, (a mi parecer), la real importancia de un grafitti o stencil: el de tener que comprar mis propias latas y racionarlas.. no que me las regalen* para pintar lo que quiero sin necesidad de tener el permiso de una institución distrital, solo hacerlo de forma clandestina como es la esencia del stencil callejero.

  10. oscar Says:

    en realidda la expresion del arte es el centro del alma y una escapatoria a la desolación me encanta esta motivación cultural es un bun ejemplo de adquisición artistica y liberación de expresión un saludo a todo y sigamos con esta realidad que cuesta pero no ees imposible seguirla …

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