No pude acceder a Internet en los últimos cuatro días. Regreso hoy exhausto después de largos jornadas de extenuante trabajo para dejar la inmensa casa que nos sirvió de vivienda y que estuvo a punto de ser arrasada por la avalancha del 15 de septiembre. Hoy la pude entregar, limpia y vacía, después de haber firmado el contrato de venta. No podemos seguir viviendo en un sitio que ya vemos como peligroso. El Municipio va a asegurar todo el terreno para que evitar futuras tragedias pero a nosotros nos quedó un sabor amargo después de la evacuación nocturna.

Logro por fin cerrar este ciclo de 8 meses de incertidumbre. La solución es positiva y ya estamos ubicados en un apartamento muy cerca al centro de la ciudad. Es tres veces más pequeño que nuestra bella casa pero confortable y sencillo. Todos los músculos del cuerpo me duelen después de subir, bajar, empacar y tirar ropas, cajas, muebles, trastos viejos y mugre. Todo eso que uno acumula con los años y casi sin darse cuenta.

Estoy muy agradecido con Andrea, Sergio y Mauricio que me ayudaron como héroes en estos últimos días. Tambien con Ana Beatriz, Ivar y Carlota que ayer acudieron al llamado y nos dieron el último empujón para terminar la labor y poder cerrar la casa. Ya no nos pertenece y eso me hizo sentir algo triste ayer mientras empacaba cosas en la soledad de la mañana. Pero al llegar en la tarde la “patota” de “trabajadores” volví a animarme al sentir que hemos dado un paso adelante.

No he podido contestar emails, ni entrar a contarles cómo estuvo la charla de Jimmy Wales y la reunión con los otros wikipedistas. Espero sacaré tiempo para contarles las incidencias y detalles.

Este artículo fue publicado el Jueves, Junio 1st, 2006 a las 17:22 y esta categorizado bajo Recapitulaciones, Noticias. Puedes seguir las respuestas y comentarios a este artículo a través del feed RSS 2.0 . Puedes dejar un comentario, o hacer un trackback desde tu sitio.