Ike, un huracán mortífero

Estoy muy preocupado con la suerte de los cubanos y de todos los que se ven amenazados ahora por el huracán Ike. Pienso en ellos a toda hora mientras disfruto de temperaturas cálidas acá en el norte donde ya debió haber entrado el otoño. Pero no. El calentamiento global está desequilibrando tanto al planeta que el disfrute de unos se convierte en una pesadilla para otros.

Y a todas estas volví a entrar al valioso blog de cine cubano de Juan Antonio García Borrero quien trae un sobrecogedor relato de cómo están viviendo ellos el drama de “Ike”: “Estamos a la espera de un huracán. Mi mujer y mi madre tienen miedo, y las entiendo. Nuestra casa es una vivienda vieja, colonial, adicta a las goteras, y…

…ya hace unos diez años otro ciclón nos desbarató una parte del techo.

En el televisor están repitiendo una imagen de lo más sofisticada, donde se describe la trayectoria del huracán. El huracán se llama “Ike”, y yo, para aliviar un poco las tensiones, bromeo con el título de aquel documental de Fernando Villaverde: “¡Ay, Ike!” (1961).

La imagen que se ve en televisión me hace pensar en un video-juego, y hasta me da la impresión de que eso que se aprecia dando vueltas y más vueltas, es nuestra casa levitando por los aires. Y nosotros dentro.

Parece un video-juego, pero yo sé que no lo es. Hace poco vi de nuevo una de las películas más dramáticas que ha conseguido el cine cubano: “Ciclón” (1963), de Santiago Álvarez. Mi madre vivió eso que se muestra allí en esta misma cueva. Se deprime cuando recuerda aquello. Dice que jamás tendremos idea de lo que hay de dolor interior en esos seres que la cámara filmó. No es la fatiga reflejada en los rostros: la devastación va por dentro.

Sé que la cosa es seria, pero soy más bien optimista. Mañana será un día especial para todos los cubanos, porque es 8 de septiembre, y se festeja el Día de la Virgen de la Caridad. Para mí es más importante todavía porque es el día de mi cumpleaños. Lo pasaré, como en el filme de Enrique Colina, “entre ciclones”.

Desde hoy, voy a pedirle a la Virgen que el huracán se lleve lo único grande que tengo en esta vida: mis miedos.”

Juan Antonio García Borrero.

7 Responses to “Ike, un huracán mortífero”

  1. Cristian Says:

    Al menos si el huracánn Ike se llevara a Fidel y a su regimen, habría valido la pena el sacrificio.
    Pero los pobres cubanos se ven afligidos por Ike y por el regimen comunista.

  2. Álvaro Says:

    El sacrificio que le deseas a Juan Antonio García y a los cubanos me parece un chiste de mal gusto.
    Se nota que nunca has tenido que padecer un ciclón. Prefieres banalizar y politizar el temor y el dolor ajeno que solidarizarte.

  3. Cristian Says:

    Todo chiste dirigido en contra de la izquierda te parece un chiste de mal gusto. Admitelo.

  4. Álvaro Says:

    A mí los buenos chistes me gustan todos, eso les consta a todos los que me conocen. El tuyo me parece pésimo e inapropiado.

    Para tu conocimiento yo ni admiro a Fidel, ni comparto su manera de ver la política.

  5. dario alexander Says:

    Interesante site ! es la primera vez que lo visito.

  6. Zenia Says:

    Desde esta isla creo que en el mundo hay que hablar más de cuànto sufren las islas, los pequeños a consecuencia del cambio climático. Bien lo sabemos los cubanos: dos huracanes en menos de ocho días. Es una batalla desigual contra la naturaleza. ¿Y qué hará la humanidad, ideologizar los huracanes? Los peligros del cambio climático afectarán a gentes de todos los credos y tendencias.

  7. NIURKIS Says:

    Hola mi querido Juan Antonio, como tu mama siento terror por los ciclones y siento mucho que hayas pasado tu cumple entre uno de ellos, te confieso que llore cuando vi las imagenes en internet y la television canadiense, fue un verdadero desastre, solo espero que estes bien al igual que tu familia, he leido mucho en tu blog, sera bueno saber de ti, cuidate y el abrazo de siempre PISCIS

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