Derriba muros y reconstruye puentes
Tratar de construir puentes es un acto de no violencia. Hablo de puentes entre partes que no quieren hablar. Cuando la violencia se instala en un pequeño poblado o en un país, no es fácil detenerla o erradicarla, porque cada acto violento tiende a generar una respuesta del mismo tipo. Muchas obras del teatro griego tienen como reflexión central dicho aspecto: que la violencia de los dioses generaba violencia entre los humanos. Que los deseos de venganza no se sacian hasta que la persona herida no logra desquitarse y que dichos actos violentos eran seguidos en una nueva cadena donde los hijos de los agraviados heredaban las querellas de sus padres.
Por eso son tan revolucionarias la teoría y las prácticas de No Violencia inspiradas en los escritos de Henry David Thoureau, Mahatma Gandhi y Martin Luther King sobre las que he escrito antes.
A los actos violentos los preceden otros actos de injuria, injusticia o exclusión. Hay gente que construye muros sociales o ideológicos para tratar de protegerse de aquellos a quienes consideran sus enemigos. En Colombia y desde hace muchos años, los partidos y las diversas formas de derecha e izquierda han apelado a la violencia para resolver sus diferencias. Con ello han cavado profundos fosos y levantado altos muros de exclusión y de odio entre hermanos que conviven en el mismo territorio. Y pobres aquellos que cuestionen dichos muros en un intento por crear puentes de encuentro, o lugares de discusión donde, en lugar de eliminar al contrincante, se le propone una forma civilizada y no violenta de resolver sus conflictos.
En eso andan desde hace muchos años las dos partes del conflicto colombiano. De un lado guerrilla sorda y cada vez más emparentada con el crimen que con sus antiguos ideales de justicia; y del otro una élite y sus dirigentes cuya altanería y monopolio del poder los ciega frente al abismo que se ahonda y les impide abrirse al pensamiento de construir puentes donde circulen las ideas, las propuestas y las vías que generen un intercambio productivo y pacífico de voluntades, por encima de los agravios pasados y los dolores del presente.
No me voy a referir al gobierno actual, porque sé que genero una cola de comentarios indignados. Hay mucha gente herida en Colombia mientras otros, aún más altaneros y gritones, han conseguido encender una hoguera que se prende de manera muy fácil en los comentarios de cualquier blog que proponga la posibilidad de negociar la entrega de prisioneros de la guerrilla en canje por los secuestrados que ellos de manera horrorosa han mantenido en cautiverio durante tantos y tan atroces años.
Sin embargo opino que en Colombia ha llegado el momento de proponer la reconstrucción de puentes y de vías de encuentro y esperemos que la Comunidad internacional colabore como lo hizo la ONU quien financió y consiguió que, a pesar de las tremendas diferencias y heridas entre las partes, se lograra reconstruir el viejo puente de Mostar, para recomunicar a dos comunidades que durante siglos convivieron en la misma localidad a pesar de sus diferencias religiosas, culturales y políticas en Bosnia Hercegovina.
Abril 12th, 2008 at 15:58
Sin entrar a polemizar, me permito respetuosamente disentir un poco de algunas apreciaciones. No se puede equiparar, los actos de violencia cometidos por terroristas, con actos de autoridad de un gobierno democrático legítimamente constituido y en cumplimiento de la carta constitucional. Los puentes de que se habla en el articulo, son necesarios y el gobierno Colombiano, los ha tendido. Otra cosa distinta es pretender como lo quieren los terroristas, que aprovechando la retención de personas y conmoviendo adrede al mundo entero, se violen principios claros de soberanía y se ponga en riesgo la institucionalidad colombiana, debidamente constituida en forma democrática. Los Terroristas de las FARC, han aprendido a manejar el dolor de las victimas, para negociar, cual vil mercancía a retenidos, que mantienen ex profeso en condiciones infrahumanas.
Un saludo y mis respetos, aunque difiera de algunas apreciaciones, pues la libertad de expresión y opinión, es pilar fundamental de la democracia
Abril 12th, 2008 at 17:00
Ricardo:
Aprecio mucho la manera como disientes de mi posición. Porque lo haces exponiendo tus argumentos y convicciones que yo por supuesto respeto y aprecio. Me alegra que seas el primero en comentar porque de alguna manera sientas un tono amigable y no violento para discutir cosas que nos interesan a todos. Defender estos el espacio de los comentarios en nuestro blog es actuar como lo acabas de hacer.
Primero que todo quiero decirte que yo no estoy equiparando actos de violencia, porque no hay lugar a ello. Responden a dos lógicas distintas las partes en conflicto. Segundo: la carta constitucional le exige al estado que defienda la vida e integridad de todos los ciudadanos. Demorarse tantos años sin “negociar” un intercambio de prisioneros y secuestrados ha sido muy grave. Eso le permitió a la guerrilla asesinar a los 11 diputados. Y la guerrilla no tiene constitución que diga que deben defender la vida.
Estamos de acuerdo en que la forma en que las FARC manejan el secuestro para sus fines es execrable. Yo no estoy aplaudiendo su actos de violoencia. Estoy proponiendo que se piense en una salida negociada a la entrega de los secuestrados.
Gracias por tu comentario. Poder exponer tus opiniones y yo las mías nos hace libres y nos pone en comunicación. Esto último puede ser valioso.
Abril 12th, 2008 at 17:29
absolutamente de acuerdo con don alvaro, es muy importante que en este mundo en vez de construir muros se construyan puentes, puentes de dialogo, puentes de paz, el mundo necesita paz, y porque no, necesita amor, un ejemplo muy bello fue -sin querer hacer publicidad- lo que se hizo en la alcaldia de sergio fajardo en la comuna nororiental en barrios que antes sufrian y se separaban por culpa de acciones violentas http://comunicaciones.udea.edu.co/dlud/index.php?option=com_content&task=view&id=122&Itemid=9
exitos y saludos.
ligeia
Abril 12th, 2008 at 20:34
Gracias por la referencia al artículo publicado en La Urbe Digital donde se cuenta la historia de cómo en los barrios de Medellin no sólo se hacen puentes físicos entre las comunidades más necesitadas sino tambien puentes de diálogo y paz.
Un saludo, Ligeia
Abril 24th, 2008 at 15:02
con mucho gusto ^_^
exitos y saludos.